Tiroiditis de Hashimoto

¿Qué es la glándula tiroides?

La glándula tiroides está situada en el cuello, justo debajo de la laringe. Produce dos hormonas tiroideas, la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), que regulan la forma en que el cuerpo utiliza la energía. Esto suele llamarse el “metabolismo.”

La tiroides funciona bajo el control de otra glándula, la pituitaria, que está situada en el cerebro. La pituitaria produce la hormona estimulante de la tiroides (TSH por sus siglas en inglés), la cual estimula la tiroides para que produzca T4 y T3.

¿Qué es la tiroiditis de Hashimoto?

La tiroiditis de Hashimoto, también llamada enfermedad de Hashimoto, es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmune del cuerpo (que generalmente protege el cuerpo y le ayuda a combatir enfermedades) produce sustancias llamadas anticuerpos que atacan la glándula tiroides, lo cual hace que no produzca suficiente hormona (una condición llamada hipotiroidismo). Con el tiempo, esta condición causa que la glándula se aumente de tamaño.

La enfermedad de Hashimoto es la causa más común de hipotiroidismo en los Estado Unidos. Puede ocurrirle a cualquiera pero se ve más en mujeres, en las personas que tienen antecedentes familiares de enfermedad de la tiroides. También es más frecuente con el paso de los años.

El hipotiroidismo causado por la enfermedad  de Hashimoto progresa lentamente, tardando meses o inclusive años.

¿Cuáles son los riesgos asociados con la tiroiditis de Hashimoto?

Si se deja sin tratamiento, el hipotiroidismo causado por la enfermedad de Hashimoto puede producir complicaciones graves:

• Bocio: puede interferir con la acción de tragar o respirar

• Problemas cardiacos: agrandamiento del corazón o fallo cardiaco

• Problemas mentales: depresión, disminución del deseo sexual y entorpecimiento de las funciones mentales

Coma por mixedema: una condición rara y mortal que puede ocurrir si el hipotiroidismo se deja sin tratar por mucho tiempo.

• Defectos de nacimiento: los niños nacidos de mujeres que tienen hipotiroidismo sin tratar corren mayor riesgo de nacer muertos o ser prematuros y de pasar más tiempo en la sala de cuidado intensivo para recién nacidos.

Además, estos bebés pueden sufrir de un cociente intelectual bajo debido a que el cerebro no se desarrolla bien en el útero.

¿Cómo se diagnostica y trata la tiroiditis de Hashimoto?

El diagnóstico comienza cuando usted le describe sus síntomas al médico. Un examen físico del cuello puede detectar una glándula tiroides un poco crecida. Los siguientes exámenes de sangre indican una tiroides que está funcionando mal:

La prueba de TSH (hormona estimulante de la tiroides): Un nivel elevado de TSH significa que la tiroides tiene que producir más T4 porque no hay suficiente en su sistema (hipotiroidismo).

La prueba de T4 (tiroxina): Un nivel bajo de T4 “libre” (T4 que puede penetrar en las células) también indica hipotiroidismo.

La prueba de sangre para detectar anticuerpos de anti-peroxidasa tiroidea (anti-TPO): detecta la presencia de anticuerpos que atacan la tiroides. Estos anticuerpos normalmente indican la presencia de la enfermedad de Hashimoto en pacientes hipotiroideos.

Si usted no tiene una deficiencia hormonal, es posible que su médico le recomiende ponerse bajo observación continua en vez de seguir un tratamiento con medicamentos. Si usted efectivamente tiene una deficiencia, el tratamiento consiste en una terapia de reemplazo hormonal. La levotiroxina sintética es idéntica a la tiroxina (T4), la hormona tiroidea natural producida por el cuerpo. Una píldora diaria puede restaurar los niveles normales de T4 y TSH y normalizar su función tiroidea. En la mayoría de los casos, esta medicina tiene que tomarse todos los días durante toda la vida pero es posible que le tengan que ajustar la dosis de tiempo en tiempo. Para mantener los niveles constantes de hormona tiroidea en la sangre es importante que el medicamento sea de la misma marca porque no todos los medicamentos son exactamente iguales.

Si usted está en riesgo de sufrir una enfermedad de la tiroides y está pensando quedar embarazada, conviene que se mande hacer las pruebas del hipotiroidismo y la enfermedad de Hashimoto. Esta enfermedad es fácil de tratar y así usted puede proteger a su hijo contra los defectos de nacimiento que ésta puede causar.